¿Sabes cuántos amarillos hay? 115 tonos.
Hay una expresión que dice «buen o mal amarillo» y ciertamente para los pintores dicha frase tiene una explicación interesante. Y es que hay pinturas amarillas que conservan la luminosidad y otras que la pierden con el tiempo. Este problema trajo de cabeza a Van Gogh, y más lo habría sentido de haber visto el cambio que el paso de los años produjo en sus tonos amarillos. El radiante color se tornó pardusco. Era el amarillo cadmio el mejor del mercado pero no podía permitírselo. Así pues, conocedor de la mala calidad recurrió a un trazo grueso porque el amarillo cromo incluso bajo los mejores focos pierden su luz si los trazos son finos.
Así pues, amarillo fue el color que atrapó a Vicent Van Gogh, ¿por qué? quizá porque su cromatismo es contradictorio (anima e irradia luz pero también representa los celos. Es optimista y divertido, el color del entendimiento pero también de la traición y el enfado).
La historia de este color reafirma su dualismo. En la Edad Media se identificaba con él a los proscritos de la sociedad. Los judíos desde el S.XII estaban obligados a llevar sombreros amarillos altos cónicos e incluso curvados.
La razón es que en las tradiciones cristiana y judía, el amarillo estaba prohibido en la Liturgia (la Iglesia católica señaló en el S.XIX que las ropas de los sacerdotes podían ser bordadas en oro pero nunca en amarillo) y haciendo un triste repaso por la historia más cercana, la estrella de David judía que llevaban los discriminados por motivos religiosos bajo el nacionalsocialismo volvió a ser amarilla. Quizá influyó que este color además, se vea mejor que ninguno en la oscuridad.
Lutero dijo que a los mendigos y a los judíos se les reconocía por portar aros amarillos”. Además, una ordenanza de Hamburgo de 1445 ordenaba a las prostitutas a ponerse un pañuelo amarillo en la cabeza, y otra ley de Leipzig de 1506 a llevar un mantón de este color. Incluso en Meran debían usar cordones amarillos en sus zapatos. También las madres debían mostrar su deshonra mediante el amarillo (en Friburgo portaban un gorro de este tono) y a los herejes se les colgaba al ejecutarlos una cruz amarilla. Otro tanto ocurría con quienes debían dinero; cosían a su ropa un círculo amarillo. Como vemos las manchas de la deshonra tienen este pigmento.
Van Gogh pintó la mayoría de sus famosos girasoles con amarillo de cromo porque raras veces podía permitirse usar el amarillo cadmio. Con sus girasoles plasmó la dualidad y lo efímero no solo por la temática sino por los pigmentos empleados. Sus pinceles variaron del luminoso amarillo a un tono mustio que reflejaba la tristeza y el paso del tiempo. El motivo inicial de los girasoles fue meramente decorativo; Vincent quería decorar su casa ante la inminente llegada de su amigo, y eligió un motivo que aunaba la belleza con la evocación de la naturaleza. Por otro lado le permitía plasmar su color preferido, el amarillo.
Con la esperanza de llegar a vivir con Gauguin en nuestro estudio, quiero pintar una serie de cuadros. Nada más que grandes girasoles… Si llevo a cabo mi plan, pintaré una docena de cuadros. El conjunto es una sinfonía en azul y amarillo. Trabajo todos los días desde que sale el sol. Porque las flores se marchitan enseguida y hay que pintarlo todo de una vez.
Carta a Theo nº 526.5
El color está aplicado mediante pinceladas fuertes y agresivas. Impulsos de vibración lumínica pero también de una intensa angustia. Sus cuadros son el resultado de pequeños toques salteados. Una pintura plástica que obtiene volumen en la tela. Y para resaltar el amarillo y el naranja, usó los verdes y azules de los contornos, creando un efecto lumínico, como la vida que emanaba de su más profundo “yo”. Por eso domina en su pintura el amarillo; su simbolismo representaba su mundo interior, hecho que se demuestra porque mandó pintar de ese color su casa en Arlés, donde por primera vez tenía algo propio, un espacio personal, que pensaba convertir en una comunidad de artistas dedicados únicamente a la creación de arte. El amarillo fue para él la vida, el calor, la luz..
Como expresó en una carta a su hermano:
Ahora tenemos un calor magnífico e intenso y no corre nada de viento, es lo adecuado para mí. Un sol, una luz que, a falta de un calificativo mejor, sólo puedo definir con amarillo, un pálido amarillo azufre, un amarillo limón pálido. ¡Qué hermoso es el amarillo!
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